
Pese a su pequeña extensión geográfica, muchos consideran a Portugal una de las nuevas estrellas del vino en Europa. Se ha convertido en el sexto productor de vino del mundo pese a que lleva miles de años produciéndolo. Algunos arqueólogos coinciden en que su origen vitivinícola se remonta a la época de los fenicios o los griegos y que su desarrollo se produjo durante el imperio romano.
Fue durante el imperio que denominaron Lusitania este territorio el cual que abarcaba el oeste de la península Ibérica en torno al distrito portugués de Castelo Branco y se extendía al norte hasta las riberas del río Douro, al este hasta la actual Extremadura y en el sur hasta el norte del Alto Alentejo. Por ende, sus habitantes se llamaron lusitanos.
Actualmente Portugal se extiende a lo largo de la costa occidental de la Península Ibérica, limitando al oeste y al sur con el Atlántico y al norte y el este con España. Su abrupto terreno y su localización, al suroeste de Europa, han facilitado un aislamiento histórico. Este apartamiento ha propiciado el desarrollo de métodos de elaboración tradicionales y estilos diferenciados de vinos así como la existencia de cerca de 250 variedades de uvas autóctonas.
Las elaboraciones portuguesas siempre han tenido un marcado estilo rústico, caracterizándose por su acidez y marcados taninos, a su vez cuenta con un bajo nivel de alcohol, lo que los hace excelentes acompañantes de la gastronomía local.
Las variedades más plantadas son Aragonez, Touriga Franca, Castelão, Fernão Pires y Touriga Nacional. A pesar de que las variedades de uva internacional han invadido una buena parte del territorio europeo, Portugal se ha centrado en sus raíces, sus uvas autóctonas y puede considerarse uno de los últimos reductos del vino tradicional.
El vivir de manera aislada, impulsó a los productores trabajar con sus uvas, lo que les permitió especializarse en blends, o mezclas, lo que los convirtió en expertos, lo que ha brindado prestigio internacional a sus vinos.
Sin embargo la calidad de sus vinos no les ha impedido trabajar de manera industrializada y tecnificada porque a crecido la demanda en mercados extranjeros. Los esfuerzos que esta haciendo el gobierno por asignar recursos a la internacionalización está provocando que más productores salgan del estilo rústico y migren a la tecnología de punta. De acuerdo al Instituto de Viña y Vino (IVV) la producción nacional del vino en Portugal aumentó un 11% en la temporada 2016/2017 alcanzando los 6,7 millones de hectolitros.
Pese a su tamaño, Portugal presenta una accidentada orografía sobre todo en el norte y el centro, con frecuentes elevaciones montañosas marcadas por los ríos que la atraviesan principalmente de este a oeste: el Duero (Douro) y el Tejo. Estos delimitan de manera natural las regiones vitivinícolas portuguesas: el Norte que incluye Vinho Verde, Porto, Douro y Trás-os-Montes, la Zona Central, o Ribatejo, situada entre el Duero y el Tajo, abarcando la zona de Tejo, Lisboa, Beira Interior, Dão, Lafôes y, el Sur que comprende las llanuras de Alentejo, Península de Setúbal y Algarve.
4. Su terroir es único en Europa
El “terroir”, nos ayuda entender el vino desde el punto de vista básico ya que nos indica el tipo de suelo, cantidad de luz solar y viento al que son sometidas las vides.
Y en Portugal los suelos son muy variados y van desde el granito, la pizarra y el esquisto que encontramos en el norte y el interior hasta la arcilla, la arena y la caliza, más frecuentes en el sur y en la costa.
A esto se le suma el clima marcado por su localización meridional y por la influencia del Atlántico.
En el norte encontramos un clima oceánico en las zonas próximas al Atlántico con temperaturas de templadas a cálidas y abundantes lluvias en las proximidades de la costa. Muchos de los viñedos están plantados sobre pronunciadas laderas de terrenos poco fértiles en cordilleras o profundos valles fluviales.
En el sur la orografía no es tan montañosa y presenta un clima mediterráneo con temperaturas mucho más cálidas, sobre todo en el interior. En muchas zonas del país los periodos de maduración son largos y cálidos forzando en ocasiones a vendimias tempranas para evitar la sobre maduración.
Como se puede ver, el clima, las montañas, el suelo y el aislamiento hace a los vinos lusitanos únicos, lo que ha provocado que el mundo entero comience a voltear a este país luso y que todos quieran conocer un vino lleno de historia.
Ya te platicamos un poco de lo que es Portugal y sus vinos, más adelante te contaremos sobre las regiones, sus vinos y la magia de la enología portuguesa porque este país sorprende a los paladares más exigentes ya que las uvas no solo nos hablan de cada región sino que gracias a sus blends, o mezclas, podemos viajar a través del paladar ya que imprimen el carácter único a los vinos de cada región, aunado con su gastronomía, podremos lograr experiencias sensoriales que sorprenden a los curiosos de este mundo del vino.