Ningún otro país del mundo tiene una variedad de tipos de uva autóctonas comparable a la de Portugal. La gran diversidad de uva se introdujo en esta historia a lo largo de una gran y magnífica historia de viticultura. Los siglos que esta nación pasó en aislamiento, impidieron un mayor intercambio con otros países productores como España y Francia. Así, los viticultores de este país se concentraron en los delicados aromas de sus propios tipos de uva.
Aunque el mundo de los vinos se concentra más en las uvas Cabernet Sauvignon, Merlot, Chardonnay y Malbec, en Portugal, los amantes del vino pueden disfrutar de un amplio abanico de aromas diferentes y característicos. Este país cuenta con más de 250 tipos de uva nacionales, de las cuales, la mayoría son inexistentes en cualquier otra parte del mundo. Estas proporcionan un aroma único a sus vinos y les otorga el carácter y singularidad que los distingue.
Incluso en Portugal, de las 250 variedades de uva nacionales registradas oficialmente, son muchas las desconocidas, con nombres tan exóticos como: Esgana Cão (‘Tos perruna’), Amor-não-me-deixes (‘Amor-no-me-dejes’), Carrega Burros (‘Carga-burros’), Cornifesto, Dedo de Dama, Dona Joaquina, Pé Comprido (‘Pie largo’) o Zé do Telheiro (‘Pepe del cobertizo’).
Las variedades de uva de la región de Douro son hoy en día ampliamente reconocidas y apreciadas por una legión de enófilos, entre las cuales destacan Touriga Nacional, Touriga Franca, Tinta Roriz , Tinto Cão, Tinta Barroca, Sousão, Tinta Francisca, Gouveio, Rabigato, Viosinho y Códega do Larinho. En la región de Vinho Verde los nombres siguen siendo poco conocidos, con poca notoriedad, más allá del habitual trío Alvarinho, Loureiro y Trajadura.
La tradición de los vinos portugueses se asienta más en una combinación de distintos tipos de uva que en la producción de los mismos. La mayoría de los vinos portugueses, por tanto, son el resultado de mezclar varias castas nacionales con la finalidad de producir el perfil de sabor deseado. Al mezclar las uvas, los vinos portugueses intentan complementar las mejores características que cada uva ofrece al vino.
Mientras algunas variedades de uvas añaden aromas delicados de frutas, otras incorporan aromas maduros y aumentan la frescura, o incluso, le dan más densidad al producto final. El vino que resulta es superior y mejor que la suma de cada una de sus partes. Y esto sólo es posible por la gran cantidad y variedad de castas portuguesas, muy adaptadas a la increíble diversidad de suelos y climas de Portugal.
La uva portuguesa difiere dependiendo de la región, ya que necesita adaptarse a las condiciones geográficas y climáticas de cada zona, un proceso lento que termina ahora, después de siglos de grandes —pero lentas— modificaciones. Todo esto ha convertido a los vinos portugueses en algo único y especial, diferenciándose de otros vinos.
Variedades de uvas
- Antão Vaz. Aunque también se ha cultivado en otras zonas del país, es una variedad blanca tradicional de zonas calurosas y con numerosas horas de sol como el Alentejo. Es una uva productiva, consistente y con una maduración muy uniforme que aporta buena estructura y firmeza a los vinos.
- Aragonês o Tinta Roriz. Uva tinta que se corresponde con la variedad Tempranillo
española. Se cultiva principalmente en Alentejo (donde es la variedad dominante), aunque es en las regiones del Duero y el Dão donde ha obtenido una mayor reputación. Ofrece a los vinos un sabor afrutado e intensos taninos, así como elegancia y robustez. De un profundo tono rojo-negro ofrece un sabor afrutado, lleno, salvaje y a la vez fino y oscuro, con intensos taninos.
- Arinto. Es una uva blanca muy extendida por diversas zonas de Portugal, especialmente presente en la pequeña Bucelas, al norte del país. Posee una acidez muy acertada y a menudo es comparada con la Riesling al poseer cualidades organolépticas parecidas a la de esta uva tan típica de otras regiones europeas.
- Roupeiro. Uva blanca con una gran variedad de nombres según la región (Siria, Malvasía Grossa, Alva, etc.) Es una uva muy plantada en numerosas zonas que van del norte al sur del país por sus altos rendimientos y los aromas primarios exuberantes que aportan a sus vinos. Muestra notas cítricas muy perfumadas.
Touriga Franca. Es una de las uvas portuguesas más clásicas e importantes en la creación de los coupages para los vinos de Oporto, al ser originaria del valle del Douro. Muy expresiva y compleja, da lugar a vinos con aromas bastante florales y perfumados.
- Touriga Nacional. Produce vinos muy oscuros y opacos de aroma complejo que puede variar desde lo afrutado a lo florido o lo especiado; una maravilla en complejidad, madurez y taninos y sorprendentemente equilibrada. Esta variedad es uno de los secretos de la grandeza del oporto vintage.
- Trincadeira. En el Douro esta variedad también es llamada Tinta Amarela (amarilla) a pesar de que es una uva tinta. Es quizás la casta más importante de la región del Alentejo y produce vinos con un sabor donde sobresalen las notas de ciruelas, moras y chocolate.
- Alvarinho. De piel gruesa y maduración tardía, produce sólo un 50% de mosto. Es de una fruta muy fina con cuerpo maduro, posee frescor y la acidez típicos.
- Bical. Variedad de gran carácter, clásica en la Bairrada y conocida en Dão como borrado as moscas. Bayas pequeñas de firme acidez. La mejor variedad de Dão. Rendimientos escasos y aromas complejos. Puede criarse en barrica. En ese caso, el resultado se acerca bastante a un buen borgoña.
- Esgana Cão Sercial de Madeira. Quizá la variedad más fina de Madeíra. De impresionante acidez. En Portugal compite con la Arinto.
- Fernão Pires. Llamada también Maria Gomes. Fruta fina, armoniosa y de altos rendimientos. Para vinos jóvenes. Muy afrutada, mineral de marcada acidez y finura.
- Málvazía Fina. Llamada también Vital. Muy fina en emplazamientos fríos y elevados (por ejemplo, en el Dão).
- Moscatel. Variedad base del espléndido Moscatel de Setúbal, aunque también de vinos blancos secos y semisecos de aroma fresco.
- Verdhelo. Igualmente famosa en Madeira y tradicional en el oporto blanco, es cada día más apreciada en casi todo el país para vinos secos finos y bien estructurados.
- Alfrocheiro. La más importante en el Dão. De color intenso, con fruta bastante roja y negra.
- Alicante Bouschet. De fruta delicada y mucha suavidad, sobre todo en las mezclas.
- Baga. Uvas pequeñas, de piel gruesa. Es la base principal de excelentes vinos con rico y elegante tono afrutado de casis y equilibrada estructura tánica.
- Castelão Francés (periquita). La variedad principal de Portugal. Cultivada en terrenos con poco rendimiento, sus taninos firmes permiten elaborar tintos de buen envejecimiento.
- Tinta barroca. Una de las cinco variedades principales del oporto. Aporta uvas oscuras y dulces y buen rendimiento.